Historia del verdadero retrato de Marguerite Bourgeoys : entrevista con Hermana Danielle Dubois
La Hermana Danielle Dubois presenta la pintura llamada el verdadero retrato de Marguerite Bourgeoys, una obra muy importante para la Congrégation de Notre-Dame. Este retrato fue elaborado por Pierre Le Ber, hermano de la reclusa Jeanne Le Ber. Se le encomendó al artista pintar el rostro de Marguerite Bourgeoys al día siguiente de su muerte. La obra, seria y sobria, refleja la mujer de oración, de acción y de coraje que fue la madre Bourgeoys. Por su belleza artística, el cuadro recuerda la Pietà d’Avignon.
En la década de 1960, el retrato ya no era el mismo que el llevado a cabo en 1700. Con el paso del tiempo, había sido modificado, superponiendo en él una nueva representación de Marguerite Bourgeoys con retoques que le otorgaban una imagen más romántica. Diversos especialistas señalaron a la Congregación que ya no se estaba en presencia del original.
Se recurrió entonces, en New York, al restaurador Edward Korany, para confirmar la hipótesis y, en el caso, hacer resurgir el trabajo de Le Ber. La Hermana Mary Eileen Scott tuvo a su cargo el expediente, en representación de la comunidad. Antes de dar luz verde a Korany, se tomó la precaución de llevar a cabo una reproducción de lo obra que, ulteriormente, se denominará el “seudo-Le Ber”. La labor de copiar este « segundo » retrato fue confiada a la artista Jory Smith. La superposición de ambas obras, fue confirmada por medio de radiografías. Durante el proceso de restauración, fue posible observar con claridad la diferencia entre ambos retratos.
En 1998, al inaugurarse el Museo Marguerite-Bourgeoys, se pensó en una sala que destacara como obra maestra al verdadero retrato. Se propuso también, habilitar un oratorio a la medida de una obra que ya había adquirido el rango de ícono. Finalmente, se optó por la apertura de una sala destinada a la reflexión, y de algún modo, a la oración. De hecho, podemos observar que allí los visitantes hablan en voz baja espontáneamente.