Couvent Saint-Malo

La parroquia Saint-Malo está fundada en 1899, después de la división de la parroquia Saint-Sauveur de Québec. Desde su entrada en función en 1900, el párroco Joseph-Herménégilde Bouffard pide a las hermanas de la Congrégation de Notre-Dame de establecer una escuela de niñas. Para ello, la Comisión de las escuelas católicas de Québec adquiere un terreno el 12 de abril 1901 y el nuevo edificio está bendecido el 18 de agosto 1902. La superiora fundadora, hermana Sainte-Concorde (Marie-Justine Brien-Desrochers) y sus dos compeñeras, hermana Sainte-Edwin (Mary McInnis)y hermana Saint-Gérard (Clarisse-Anna Cournoyer), se instalan el día siguiente. A la inauguración, el convento de Saint-Malo recibe cerca de dos cientos sesenta alumnas repartidas en seis clases. En 1914, la enseñanza doméstica está introducida en el programa de estudios gracias a la contribución financiera de la Comisión. Las alumnas están iniciadas a la costura, a las artes culinarias, al lavado y al planchado así que al cuidado de la casa. En 1918 unas aulas están abiertas en diferentes locales del sector a fin de poder acoger a todas las jóvenes mujeres inscritas. Para resolver el problema de la falta de espacio, la Comisión escolar hace construir en 1924 in inmueble anejo de tres pisos contando con veinte aulas y una capilla en la planta baja, situada al calle Marie-de-l’Incarnation. El antiguo edificio está renovado para servir de residencia a las religiosas. En 1929, la asociación de las ex-alumnas (amicale) Notre-Dame-Médiatrice está fundada para reagrupar a todas las alumnas que frecuentaron el convento. Dicha asociación organiza las celebraciones para el jubileo de oro de la institución en 1953. En 1966, el convento Saint-Malo vuelve a ser una escuela primaria. La residencia acoge igualmente a unas hermanas que enseñan en otras escuelas, tales como la escuela Jacques-Cartier, la escuela Saint-Thomas-d’Aquin y la escuela de segunda enseñanza Marguerite-Bourgeoys. La residencia de las religiosas cierra sus puertas en 1976, los comisarios, propietarios del edificio, evalúan el precio del alquiler demasiado alto. Las hermanas van en otras residencias. La escuela sigue sus actividades con enseñantes exclusivamente laicas.

N.B. Este texto fue redactado a partir de los documentos contenidos en el fondos de archivos en nuestra posesición y no constituye una historia administrativa completa del establecimiento escolar.