Académie Saint-Urbain

En 1889, el párroco de la parroquia Notre-Dame de Montreal, Léon-Alfred Senterre, decide fundar la Academia Saint-Urbain a la vuelta de las calles Prince-Arthur y Saint-Urbain, pide entonces a las hermanas de la Congrégation de Notre-Dame de llegar para enseñar. El 15 de agosto 1889, cuatro religiosas abren la escuela. Se trata de hermana de la Natividad-de-Jesús, (Marie-Thérèse-Elmire Pinsonneault), superiora, de hermana Saint-Néré (Marie-Octavie Bernier), de hermana Saint-Jérôme-Émilien (Marie-Eulalie Toupin) y de hermana Sainte-Ida (Josephine McDougall). La Academia es ante todo un establecimiento bilingüe. Las religiosas reciben el apoyo de las hermanas de la Academia Saint-Denis que les mandan comida y muebles durante las primeras semanas de su instalación. Al inicio de las clases en septiembre 1889, cuarenta alumnas están inscritas. La Academia recibe la bendición del párroco Senterre el 8 de septiembre. Además de la enseñanza puntual, las alumnas pueden seguir unos cursos de música y de dibujo. La Academia Saint-Urbain acoge igualmente a algunas internas. A lo largo de los años, la academia se moderniza y vive varios cambios. Desde la apertura, se transforma una pieza de la escuela en capilla. A la vuelta del siglo 20, ciento quince jóvenes señoritas están inscritas. En 1918 y 1919, una grave epidemia de gripe española fulmina el Quebec. La parroquia Notre-Dame de Montreal no está salvada. De hecho, las iglesias deben cerrar los domingos para evitar la propagación de la enfermedad en la comunidad. Durante este período, la escuela estando poco visitada, las hermanas de la Academia Saint-Urbain se implican mucho cerca de los enfermos visitándoles y prodigándoles unos cuidados.

A partir de los años 1920, vemos que las alumnas anglófonas están menos y menos numerosas en las filas de la academia, contrario a las alumnas francófonas que son más y más numerosas. En 1930, la Amicale Notre-Dame-de-la-Fidélité está fundada y reagrupa a ciento veinticinco ex alumnas. En 1936, ciento ochenta y cinco jóvenes están inscritas y veinticinco de ellas son internas. En mayo 1939, las miembros de la Amicale participan de las celebraciones del jubileo de Oro de la Academia Saint-Urbain. En 1946, se pasa de la calefacción al carbón a la calefacción por fuel-oil. Los dos sótanos para el carbón están transformados, uno para recibir los legumbres y el otro para servir de planchadores. En enero 1942, hay un incendio en la academia. A pesar de la intervención rápida de los bomberos, los daños son considerables. En septiembre 1945, las clases anglófonas finalmente están canceladas. En 1947, el dormitorio está ampliado, permitiendo así recibir una docena suplementaria de internas. La inversión de las estudiantes y de las religiosas en medio de su academia es importante. Así, las estudiantes dan unos recitales, participan en unos congresos estudiantiles organizados por el Comité Central de la Acción Católica y en diferentes celebraciones religiosas. Las religiosas, en cuanto a ellas, tratan igualmente de mejorar su ofrecimiento de cursos. Así, las enseñantes del programa Letras- Ciencias van cada sábado al Colegio Marguerite-Bourgeoys para recibir unos cursos de perfeccionamiento. En 1954, la escuela acoge a más de dos cientos alumnas. Se piensa entonces en mudar la Academia Saint-Urbain en un nuevo edificio, más amplio. La Academia finalmente está vendida en 1955 y las hermanas que enseñan están transferidas en una nueva escuela al norte de Montreal: el Colegio Regina Assumpta.

N.B. Este texto fue redactado a partir de los documentos contenidos en el fondos de archivos en nuestra posesición y no constituye una historia administrativa completa del establecimiento escolar.