Enviadas por Louis XIV a petición del intendente Jean Talon, las Hijas del Rey son sobre todo unas huérfanas originarias de París y de las provincias cercanas, deseosas de casarse y de fundar una familia para poblar la Nueva Francia. Benefician de la ayuda royal por su traslado y su establecimiento. Cerca de 800 mujeres vienen así a Canada entre 1663 y 1673, Marguerite Bourgeoys se encarga de las destinadas a Ville-Marie (Montreal) y las acoge en su escuela-establo, en la casa Charly y en la finca de la Pointe Saint-Charles, conocida hoy con el nombre de Maison Saint-Gabriel. Muchas de estas mujeres siendo ciudadanas, se les ayuda a adaptarse al clima rigoroso y a la vida de pioneras en Canada.